top of page

Una pareja que cautiva, que conmueve, que convence.

  • asiocurremex
  • 19 abr 2017
  • 2 Min. de lectura

La presencia de Andrés Manuel López Obrador en apoyo a la campaña de Delfina Gómez Álvarez, candidata de Morena a la gubernatura del Estado de México, resulta sumamente interesante, ya que la gente que sigue a Morena cree firmemente en AMLO.

Respetando la jerarquía o tal vez por caballerosidad, primero es la candidata, la Maestra de Texcoco, la ex directora escolar, la mujer que cuenta con dos maestrías y una visión amplia y definida del estado en el que ha vivido, ha trabajado, ha luchado, se ha preparado. Primero es ella quien toma el micrófono para llevar su discurso proselitista en busca de ganarse la confianza, la simpatía, el voto de los asistentes a sus eventos políticos.

Y lo hace de una manera adecuada, con esa costumbre adquirida en las aulas de las escuelas donde laboró, con ese tono profesional, con esa cadencia de quien sabe cómo impartir una clase, de quién sabe cómo, ir enseñando a otros los conocimientos que adecuados.

Delfina Gómez, siempre sonriente, siempre amable, siempre tierna, se pone sería frente al micrófono, sabe de la importancia que tiene hablar con la adecuada precisión, sabe de la importancia de que su mensaje llegue hasta donde tiene que llegar, hasta el alma de los que la escuchan, hasta la esperanza de los que acuden a ella en busca de ayuda, que anhelan estrechar su mano, que quieren mostrarle sus necesidades, carencias que ella conoce de sobra porque es un personaje extraído del pueblo, un personaje que quiere cambiar las cosas.

Y es por todo eso que su discurso, que su mensaje, que sus palabras calan hondo, llegan a la conciencia, al alma, al centro mismo de la esperanza de los que al verla enfundada en su chaleco con los colores de Morena, se sienten identificados, se sienten convencidos, y quieren brindarle su voto, quieren ver que esa mujer venga al estado a hacer un verdadero cambio que les ayude a mejorar sus estilos de vida, que los haga volver a ver que es posible alcanzar las metas que se han propuesto y que pueden seguir luchando para tener una vida mejor.

“Soy peje… pero no lagarto” manifiesta Andrés Manuel en sus discursos, refiriéndose a la voracidad de los hombres en el poder, esa llamada Mafia del Poder, como la ha bautizado el líder de Morena en miles de ocasiones.

Y con su voz pausada, rítmica, métrica, va desgranando una a una las palabras, va cautivando a los cientos de esperanzados mexiquenses que acuden a verlo, a escucharlo, a deleitarse con todas y cada una de las promesas que hace.

De esa manera, la mañana es de los dos, Andrés Manuel — Delfina… la tarde los envuelve y de nueva cuenta se apoderan de ella Delfina — Andrés Manuel, y no importa que la noche este lluviosa, no importa que el frío recorra el lugar de manera implacable, no importa que el aire aumente más las inclemencias del tiempo, todos están en sus asientos esperando que la pareja que les interesa se apoderen de ellos, les inyecten sueños e ilusiones, los hagan ver que no están solos en la lucha y que pueden cambiar junto con Delfina Gómez Álvarez y Andrés Manuel López Obrador, las condiciones sociales en el Estado de México.



Comments


Monreal.jpg
Dante.jpg
Mancera.jpg

Los rostros del Senado

 ¿Te gusta lo que lees? Ayúdanos a seguir elaborando reportes, críticas y análisis. 

bottom of page